La semana de cuatro días implica que los empleados trabajen cuatro días a la semana, cobrando lo mismo y con la misma carga de trabajo.
Este modelo se ha puesto en marcha (como parte de programas piloto) en 33 empresas y 903 empleados de Estados Unidos, Irlanda y algunos otros países, con resultados positivos, de acuerdo con la asociación 4 Day Week – Global.
Sin embargo, ¿qué pasa en una región como América Latina?
«La flexibilidad laboral y pensar en la semana de 4 días es un tema polémico, sobre todo en economías y culturas como la latinoamericana, donde estamos acostumbrados a priorizar las horas de trabajo por sobre la calidad del mismo», dice Izka González, fundadora de Hiring Revolution.
Agrega que la semana de cuatro días tiene ventajas y desventajas, tanto para el colaborador como para la empresa.
- Ventajas:
- Una mayor productividad.
- Enfoque en resultados.
- Administración eficiente del tiempo.
- Tener un fin de semana largo.
- Desventajas:
- Incremento del estrés, pues se tiene que dar el mismo resultado en menor tiempo.
- La empresa tiene que ajustar: horarios, procesos de evaluación de desempeño, fomentar una comunicación eficiente, etc.
- No todos los sectores pueden tener este esquema de trabajo y en los que es posible, será necesario un tiempo de adaptación.
«Establecer este modelo requiere una cultura laboral sana, donde la organización y los líderes promuevan la evaluación por resultados, la definición clara de objetivos y el seguimiento de los mismos», menciona Izka.